viernes, 29 de agosto de 2008

Darío Enrique Salas Díaz


Darío Enrique Salas Díaz
“Mirar el porvenir de frente y sin zozobras”


Algo de su vida

Nació el 9 de Mayo de 1881 en Imperial Bajo, Puerto Saavedra, en la provincia de Cautín (IX Región). Estudió en la Escuela Normal de Chillán, y se recibió como Profesor de Estado en 1899. Cuando fue nombrado profesor en Santiago, se tituló en profesor de Castellano y Francés.
En consideración de sus destacadas capacidades, el gobierno lo envió a perfeccionarse a Estados Unidos, el año 1905. Luego de 2 años se graduó de Doctor de Pedagogía de la Universidad de Nueva York.


Sus aportes a la educación chilena

Salas planteó la importancia de sustituir el modelo alemán de educación, por el norteamericano, que se basaba en principios pluralistas, democráticos y eficientes.
Partió del principio elemental que planteaba que todo sistema educativo está indisolublemente condicionado por la cultura y el medio que lo genera.
Como pedagogo su meta fue ampliar y modernizar la educación en Chile, desplegando un quehacer multifacético: fue profesor de Pedagogía e Idioma; en 1910 asumió el cargo de profesor de Pedagogía del Instituto Pedagógico; fue director de la Revista de Instrucción Primaria y de la Revista de Educación Primaria; tradujo importantes obras pedagógicas; y escribió artículos, conferencias y folletos.
Su pensamiento en torno al problema educativo
Como su interés por la enseñanza era extensivo a todos los grados, Salas dedicó sus más grandes esfuerzos a la educación primaria y a la educación popular.
Desde temprano comenzó a madurar su pensamiento en torno al problema educativo, que manifestó en su obra fundamental: El Problema Nacional. Bases para la Reconstrucción de Nuestro Sistema Escolar Primario, publicada en 1917. Esta fue trascendental en la historia de la educación chilena, y sirvió de base a la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, que se dictó en 1920.
Precursor de la Junta de Auxilio Escolar y Becas
Como director general de Educación Primaria -cargo que sirvió hasta 1927-, Salas desarrolló un papel significativo en la puesta en práctica de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria. Cuando asumió en 1918, la matrícula en las escuelas fiscales alcanzaba a 332.120 alumnos; al momento de su retiro, había subido a 486.960.
La permanencia de los niños en el sistema educacional estaba íntimamente ligada a sus condiciones de salud. Por ello, Salas impulsó la atención dental de los escolares, y logró que las municipalidades destinaran recursos para su alimentación. Esto fue el antecedente de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JNAEB). Además, fomentó la enseñanza técnico-manual, los cursos vocacionales, y la incorporación de la población mapuche al sistema.
En 1931 fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Chile. Falleció 10 años después, en 1941.