"Lo más probable es que la Ley General de Educación se termine aprobando tal como está"
El parlamentario, que presentó las polémicas indicaciones que entrabaron el trámite del acuerdo educacional, afirma que ellas sólo buscan perfeccionar lo pactado.
Para el socialista, la LGE deja afuera temas relevantes y plantea que la Concertación aún no ha madurado una postura clara sobre cómo quiere que sea la nueva legislación.
Manuel Fernández Bolvarán
El miércoles 11, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados analizará la Ley General de Educación (LGE). Un momento decisivo para el Acuerdo Educacional, cuyo futuro se ha visto incierto en los últimos días.Esto porque un grupo de parlamentarios, liderados por Carlos Montes, presentó una serie de indicaciones que, según la Alianza, alteran el espíritu del consenso firmado en noviembre. Pero Montes se defiende asegurando que su ánimo es el de perfeccionar una LGE que se habría negociado "sin que antes hubiera un decantamiento de las posiciones de la Concertación sobre educación". Un proceso que conoce de cerca, pues representó al PS en el comité político-técnico que, durante 2007, fue el primer paso hacia el acuerdo.
-¿Acaso no representaba la LGE original la visión de la Concertación?
"No. Muchos consideramos desde el comienzo que el proyecto original tenía problemas. Se instaló entonces esta mesa con la oposición para conversar los diferentes temas, bajo una metodología que generó reparos, porque era entre dos posiciones y con poco diálogo con la realidad".
-Pero se aceptó esa forma de trabajar y se hizo sabiendo que era para llegar a un acuerdo.
"Sé hacia dónde me está llevando: como que yo no he sido consistente en esto. Pero antes de firmar el acuerdo, sostuve que era muy serio no tener presente el tema de la educación pública".
-Aun así, el acuerdo fue aprobado por las comisiones políticas de la Concertación.
"Estuve en la comisión política del PS y, en rigor, ahí se discutió más de la coyuntura política. Era un momento en que, según algunos, urgía un acuerdo. Pero de educación hubo muy poco".
-Lo que no invalida la decisión de firmar el acuerdo.
"No, pero siempre se dijo que el acuerdo iba sobre los cinco temas que aborda la LGE y que eso no excluía la presencia de otros. Siempre creí que se discutiría, pero algunos impusieron el criterio de que sólo se debatiría sobre aquello en que hubiera consenso para discutir".
-Esa es la postura de la ministra de Educación, Mónica Jiménez.
"Esta idea ha sido fundamentalmente del ministro Viera-Gallo, no de la ministra".
-Pero en los últimos días se ha jugado también por esa idea.
"Sí, aunque confusamente porque hasta la UDI tiene una posición más amplia. La UDI dice que sólo es parte del acuerdo aquello en que hay acuerdo, que es lógico. Pero eso no significa que no se puedan presentar indicaciones".
-Algunas de sus indicaciones parecen caprichosas, como que en cada región el 50% de la matrícula esté en la educación pública.
"Es un poquito descalificador decir que eso es caprichoso. No es un capricho, sino un concepto. Acá lo que queremos es afirmar la educación pública. El desafío, más que el tema del lucro, es que de acá salga una línea en pro de fortalecer la educación pública, laica y gratuita. (...) ¿Qué va a ocurrir? Está por verse. Acá están nuestras indicaciones. Mi llamado a la derecha es que se abra al diálogo".
-¿Es la derecha la que se tiene que abrir al diálogo o el Gobierno?
"Es la derecha, porque el Gobierno dice que hace lo que dice la derecha. No creo que estas propuestas lesionen el alcance del acuerdo. (...) El marco general de la educación supone muchos consensos, y aquí se forzaron los consensos y al final llegamos a este acuerdo que ojalá perfeccionemos. Ese es el sentido de las indicaciones. Yo quiero, más que nadie, que haya acuerdo, pero creo que el actual requiere mejoras".
-Si el proyecto queda tal como está, ¿usted asistirá a votar?"
Voy a ir y ojalá que todos los parlamentarios puedan expresar su punto de vista. A lo mejor van a votar a favor, pero eso no significa que no discutamos. En eso de honrar el acuerdo hay tres opciones: aceptar todo sin debate; aprobar, pero con discusión, y tratar de mejorarlo. Se intenta imponer la primera opción, mientras las indicaciones se acercan a la tercera".
-Si la votación fuera hoy, ¿aprobaría la LGE?
"Depende de lo que ocurra en la comisión de Hacienda y de si el Ejecutivo va a tomar una actitud proactiva respecto de fortalecer la educación pública".
-¿Lo respalda más gente? Porque diputados que patrocinaron las indicaciones aparecen en una posición menos dura.
"Ellos están más en la segunda posición: honrar el acuerdo, pero que haya debate".
-Y usted dijo que estaba en la tercera."Sí".-¿Y hay alguien más ahí?
"Creo que hay bastantes más, y eso se va a ver en el debate. Lo que importaba ya se ha logrado, que hubiera discusión. ¿Cree que es propio de la tramitación de una Ley General el aceptar sin discutir? Lo mínimo era dejar testimonio de que había diversidad".
-Sus indicaciones podrían hacer naufragar un acuerdo por el que el Gobierno se ha jugado. ¿No se siente desleal?
"No. Cuando la Presidenta dice el 21 de mayo que quiere acuerdo este año y que se la va a jugar por la educación pública, siento que soy muy leal con su planteamiento. Decir que uno va a hacer naufragar el acuerdo por plantear su punto de vista es una caricatura. No veo por dónde vaya a naufragar".
-¿Por qué no planteó sus reparos con más fuerza cuando el PS decidía si firmaba el acuerdo?
"Ahí había presiones más de coyuntura política. Pero entiendo lo que me dice. Mirando para atrás, en todos los debates sobre leyes en educación he tenido diferencias y no me he jugado todo lo que podría. Pero en este tema, en que vamos a legislar para 20 años, creo estar haciendo algo de lo que estoy bastante convencido, sabiendo que lo más probable es que se termine aprobando el proyecto tal como está".
-O sea, su pronóstico es que la LGE será aprobada.
"Es muy probable que se apruebe, sí. Ojalá que la derecha se abra a incorporar y perfeccionar algunos temas, porque si la ley marco de la educación no tiene una adecuada legitimidad, el problema va a seguir abierto"."Me quedo con el discurso del 21 de mayo. Ahí la Presidenta dijo que este era el año del acuerdo en educación y quedan seis meses del año. Hay tiempo para trabajar."